A medida que los vehículos eléctricos se hacen más famosos, más empresas se plantean la instalación de estaciones de recarga de VE en sus instalaciones. Esto puede ser una manera de atraer a los propietarios de vehículos eléctricos y apoyar la transición a un sistema de transporte mucho más limpio y sostenible, no obstante, también conlleva distintos retos. Entre ellos hay que recordar que, operar y mantener una estación de carga de VE sin un operador de puntos de carga (CPO) puede ser difícil y costoso.
Infórmate sobre el papel del CPO a la hora de garantizar el buen funcionamiento y mantenimiento de las estaciones de recarga de VE, gestionar los pagos y la facturación de los usuarios, ofrecer asistencia al cliente y cumplir los requisitos normativos.
El importante papel de los operadores de puntos de recarga en la recarga de VE
Un operador de puntos de recarga (CPO) es una empresa que posee y gestiona la infraestructura de recarga de VE. Esto incluye las estaciones de carga físicas, así como el software y las redes que las conectan. Los CPO desempeñan un papel fundamental en la adopción de los VE al garantizar que los conductores tengan acceso a opciones fiables y cómodas para cargar sus vehículos mientras se desplazan: en otras palabras, fomentan el concepto de carga en destino. También son responsables de instalar, mantener y mejorar las estaciones de recarga, así como de gestionar los sistemas de facturación y pago que permiten a los conductores utilizarlas.
Los CPO pueden operar en distintos modelos de negocio, desde empresas con ánimo de lucro hasta servicios públicos. Los cargadores de vehículos eléctricos se están convirtiendo, cada vez más, en parte de la experiencia minorista, y al asociarse con un CPO fiable, las empresas pueden aliviar los desafíos asociados con el funcionamiento y mantenimiento de sus estaciones de carga, lo que les permite centrarse en sus operaciones principales al tiempo que proporcionan un valioso servicio a la creciente comunidad de usuarios de VE.
Retos de la explotación de una estación de recarga de VE sin OPC
Explotar una estación de recarga de VE sin una OPC no es imposible. Con la experiencia y los conocimientos adecuados, las empresas pueden instalar y operar con éxito sus propias estaciones de recarga de VE. Sin embargo, esto puede requerir una inversión significativa en tiempo, recursos y experiencia, lo que puede no ser factible para todas las empresas. A continuación, profundizaremos y enumeraremos los 4 retos principales de las operaciones sin un operador de puntos de recarga:
1. Falta de experiencia
Uno de los principales retos de operar una estación de recarga de VE sin un CPO es la falta de experiencia y conocimientos. Los OPC suelen tener experiencia y conocimientos sobre la recarga de VE y los requisitos normativos, y pueden proporcionar un valioso apoyo y orientación a las empresas que desean instalar estaciones de recarga. Sin un OPC, las empresas pueden tener dificultades para comprender los aspectos técnicos de la recarga de VE, y pueden no tener la experiencia necesaria para instalar y mantener adecuadamente sus estaciones de recarga. La actividad de los OPC suele estar regulada por las autoridades públicas de supervisión pertinentes.
2. Costes de instalación y funcionamiento
Las estaciones de recarga de vehículos eléctricos conllevan costes de instalación y funcionamiento. A continuación, se enumeran los principales gastos:
- Costes de equipamiento: El coste inicial de la compra de la infraestructura de carga, incluidas las estaciones de carga, transformadores, conectores, cables y otros equipos necesarios.
- Coste de conexión a la red: si tu estación de carga suministra una gran potencia (como sería el caso si quieres permitir a los clientes cargar mientras hacen la compra), lo más probable es que necesites una conexión a la red que sea independiente.
- Costes de instalación: Gastos relacionados con la instalación de las estaciones de carga, como por ejemplo trabajos eléctricos, permisos y preparación del terreno.
- Gastos de electricidad: El coste de la electricidad consumida por las estaciones de carga, que puede variar en función de las tarifas locales de los servicios públicos, la velocidad de carga y el número de sesiones de carga.
- Conexión a la red: Si las estaciones de recarga requieren una conexión de red para la supervisión, la facturación o la autenticación de los usuarios, puede haber costes asociados a la instalación y el mantenimiento de una conexión fiable a Internet.
- Atención al cliente: Asignación de recursos para las consultas de los clientes, la resolución de problemas y la asistencia a los propietarios de VE que utilicen las estaciones de carga.
- Procesamiento de pagos: Si las estaciones de recarga aceptan pagos, puede haber costes asociados a los servicios de procesamiento de pagos o a la adquisición de un terminal de pago.
- Interoperabilidad: Si deseas habilitar a los usuarios con todo tipo de aplicaciones e insignias, necesitarás disponer de un sistema que sea totalmente interoperable con integraciones que no tengan fisuras.
3. Costes de mantenimiento
Otro reto de la explotación de una estación de recarga de VE sin OPC es el coste de mantenimiento y reparación. Las estaciones de recarga de VE requieren un mantenimiento y una revisión periódicos, y cualquier reparación puede ser cara. Sin el apoyo de un CPO, las empresas pueden tener que asumir estos costes por su cuenta, lo que puede ser una carga significativa. Esto puede hacer que sea difícil para las empresas justificar la inversión en estaciones de recarga de VE, especialmente si no son capaces de recuperar sus costes a través de tarifas de recarga u otras fuentes de ingresos.
4. Falta de estandarización
Otro de los retos que plantea el funcionamiento de una estación de recarga de VE sin una OPC es la falta de estandarización. Aunque existen diferentes redes y estándares de recarga de VE, actualmente no hay un estándar universal para la recarga de VE. Esto puede dificultar que los propietarios de VE sepan qué estaciones de recarga pueden utilizar y puede crear confusión y frustración. Sin el apoyo de un CPO, las empresas pueden tener dificultades para navegar por las diferentes redes y normas de carga, y pueden no ser capaces de ofrecer a los propietarios de VE las opciones de carga que necesitan.
Conclusión
Operar una estación de recarga de VE sin un operador de puntos de recarga puede resultar caro y complicado. Sin el apoyo y, sobre todo, la experiencia de un OPC, las empresas pueden tener dificultades para comprender los aspectos técnicos de la carga de VE y pueden tener que asumir los costes de mantenimiento y reparación por su cuenta. Esto puede dificultar que las empresas justifiquen la inversión en estaciones de recarga de VE y puede limitar la disponibilidad de opciones de recarga para los propietarios de VE. Aunque operar una estación de recarga de VE sin una CPO no es imposible, como hemos mencionado antes, es importante que las empresas consideren cuidadosamente los retos y costes que implica esto antes de decidirse a hacerlo.
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